Los diamantes mandarines,
macho y hembra,
incubaron los huevos,
y ahora, también los dos
 acercan el alimento a su prole,
que pronto sadrá del nido.
Dicen que estos pequeños pajaritos,
oriundos de Australia,
además de ser muy sociables, 
permanecen toda la vida
junto a su pareja. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
